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EL TRASPLANTE

Cómo prepararseIlustración de una transplante del riñón.

El proceso de trasplante consta de muchas etapas. En primer lugar, debe hablar con su médico, porque un trasplante no le conviene a todo el mundo. Puede que el médico le diga que la enfermedad que usted padece haría que un trasplante fuera peligroso o tuviera pocas probabilidades de éxito.

Se puede recibir un riñón de un familiar (donante emparentado vivo), de una persona que haya muerto recientemente (donante cadáver), o a veces del cónyuge o de un amigo muy cercano (donante vivo no emparentado). Si usted no tiene un donante vivo, su nombre se pone en una lista de espera para un riñón de cadáver. La espera de un riñón de donante cadáver puede durar varios años.

El equipo de trasplantes tiene en cuenta tres factores al asignar los riñones a los posibles receptores. Estos factores ayudan a predecir si el sistema inmunitario del paciente aceptará o rechazará el nuevo riñón.

  • Grupo sanguíneo. Su grupo sanguíneo (A, B, AB u O) debe ser compatible con el del donante. Este es el factor más importante.

  • Antígenos de leucocitos humanos (HLA). Sus células poseen seis importantes antígenos de leucocitos humanos, tres provenientes de su padre y tres de su madre. Sus familiares tienen la mayor probabilidad de tener antígenos compatibles. Es posible que pueda recibir un riñón aun cuando la compatibilidad del HLA no sea total, siempre y cuando su grupo sanguíneo sea compatible con el del donante, y las demás pruebas sean negativas.

  • Pruebas de compatibilidad de antígenos. La última prueba antes de implantar un órgano es la de compatibilidad. Se toma una pequeña cantidad de sangre del receptor y se mezcla con una muestra de la del donante en un tubo para ver si ocurre alguna reacción. Si no, se considera que la prueba de compatibilidad es negativa y la cirugía de trasplante se puede realizar.

Cuánto tiempo toma

El tiempo de espera para obtener un riñón es variable. Como no hay suficientes donantes cadáver para cada persona que necesita un trasplante, usted deberá poner su nombre en una lista de espera. Sin embargo, si un donante voluntario le ofrece un riñón, el trasplante se puede programar tan pronto como las dos personas estén listas. La principal ventaja de tener un donante vivo es que se evita la larga espera.

La cirugía dura de 3 a 4 horas. El período normal de hospitalización es de cerca de una semana. Después de salir del hospital, tendrá que asistir a consultas frecuentes de control.

Si alguien le ha donado un riñón, esa persona probablemente permanecerá en el hospital el mismo lapso de tiempo. Sin embargo, una técnica nueva para retirar el riñón para donación utiliza una incisión más pequeña y puede permitirle al donante salir del hospital en 2 ó 3 días.

Del 85 al 90 por ciento de los trasplantes de donantes cadáver están funcionando un año después de la cirugía. Los trasplantes de parientes vivos a menudo funcionan mejor que los provenientes de donantes cadáver porque por lo general son más compatibles.

Complicaciones posibles

El trasplante es lo más cercano a la cura de la enfermedad. No obstante, sin importar qué tan compatible sea, su cuerpo puede rechazar el riñón nuevo. Una causa frecuente de rechazo es no tomarse los medicamentos de la manera indicada.

El médico le dará medicamentos inmunosupresores, que evitan que su sistema inmunitario ataque el riñón en un proceso llamado rechazo. Deberá tomarlos todos los días durante todo el tiempo en que el riñón trasplantado esté funcionando. A veces, sin embargo, estas drogas no son suficientes para impedir que el organismo rechace el riñón nuevo. Si esto sucede, usted tendrá que volver a hacerse alguna forma de diálisis y es posible que deba esperar otro trasplante.

Los inmunosupresores pueden debilitar el sistema inmunitario, lo cual puede conducir a infecciones. Algunos medicamentos también pueden cambiar su apariencia física. La cara se le puede redondear; puede subir de peso y le puede salir acné o vello facial. No todos los pacientes tienen estos problemas. La dieta y el maquillaje pueden ayudar a mejorarlos.

Los inmunosupresores disminuyen la capacidad de funcionamiento de las células del sistema inmunitario. En algunos pacientes, después de períodos largos de tiempo, esta inmunidad disminuida puede hacer que aumente el riesgo de sufrir cáncer. Algunos inmunosupresores pueden provocar cataratas, diabetes, aumento de la acidez estomacal, hipertensión arterial y enfermedades óseas. Si se usan durante mucho tiempo, pueden también causar lesiones hepáticas o renales en algunos pacientes.

Fuente: Hidney and Urologic Home

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